sábado, 10 de noviembre de 2012

De esas.






Yo soy de esas que piensan que la arruga es bella, que donde hay pelo hay alegría y que la lorza es salud. De las que al beber una cerveza les gusta que se me cree un bigote de espuma. De las que aman las croquetas. De las que cierran los ojos mientras bailan. De las que al mirarse en un espejo se sonríen. De las que los ojos le lloran del frío, y siempre tienen la nariz fría. De las que se enamoran a la velocidad del rayo. De las que no olvidan lo importante y a los importantes. De las que les encanta el dolor de tripa y de mofletes causado por minutos seguidos de imparables carcajadas. De las que adoran lo gemelos musculados, los lunares, las cicatrices y (por supuesto) las pecas. De las que cuando les gusta una canción la repiten y la analizan mil y una veces. De las que están aprendiendo a cocinar. De las que les encanta leer historias de amor, desamor o de lo que sea. De las que adoran la ironía y el sarcasmo. De las que les encantan las manualidades y las sorpresas y las sorpresas de manualidades. De las que viven para dormir aunque lo que hacen es dormir para vivir. De las que cambiaba cualquier premio de lotería por sonrisas aseguradas hasta la eternidad. De las que encuentran al típico moño de abuela todo el glamour. De las que se les eriza la piel cuando están frente a algo especial y único. De las que adoran hacer listas. De las que acumulan fotos en cajones y carpetas. De las que sonríen ligeramente de lado. De las que de mayor quieren ser monologuista, fotógrafa, diseñadora de interiores y event planner todo junto y a la vez. De las que pide refresco de limón esperando que lo traigan de naranja. De las glotonas. De las fans incondicionales del pizza-manta-peli. De las refraneras. De las insistentes de la ley del martillo pilón.


Soy de esas. O quizás soy esa, y punto, especial. Que es lo mejor que te pueden decir, que no hay nadie como tu, única y especial.

Love!

sábado, 3 de noviembre de 2012

Mi mamá me mima, reina de mi reino, esa es mi mamá

El otro día me sorprendía a mi misma pronunciando una afirmación con unas amigas, “Todo lo que publicamos en las redes sociales es para que ALGUIEN lo vea”. Si claro que si, en este caso este blog tiene como principal objetivo tu tranquilidad mamá. Viendo lo mucho que sufrías con el no tener noticias de Belén, decidí al marcharme escribir, escribirlo, escribirte. Si bien es cierto que no escribo tanto como pensaba que iba a hacer, será porque no tengo qué decir, será porque no se como decirlo o porque no tengo ganas. Pero, después de insistirme, y de darme cuenta de la “decepción” que supuso que el día de tu cumpleaños no te escribiese algo.

Pues aquí estoy dándole a la tecla una vez mas, por ti. Siento mucho no poder estar contigo en tu cumple, pero me alegra ver como lo pasaste de bien con las tías y librando ese día. Me gusta ver que sonríes, que eres (o por lo menos estás) feliz. A pesar de nuestros subesybajas y nuestras discusiones, TE QUIERO. No se si será por el hecho de permitirme durante 9 meses vivir en tu panza, si por permitirme durante 22 años vivir en tu casa, por lo bien que hablas ese idioma tuyo (Brokebackmountanbike, o cosas así), por ser una tía dura, aunque a veces lo dudes, y siempre seguir hacia delante, por ponernos el listón tan alto en eso de que los hijos tienen que “superar” a los padres, a nivel académico me refiero, por prohibirnos bailar quitándonos la ropa cuando éramos pequeñas, por llevarnos anualmente al dentista, oculista y ginecólogo, por resérvarnos el pan de tu comida y traernos mortadela para hacernos la merienda en el Fiat, por empezar a dejarme montar adelante en el coche o…porque si, y punto.

Mami, gracias por todo lo que has hecho, haces y se que harás.

Love!