Puede que quizás existan personas
perfectas a nuestros ojos, pero puedo confirmar y confirmo que existen las
parejas perfectas. Para mí una de mis parejas perfectas, si no la más perfecta
son ellos. Elena y Mario. Mario y Elena. Son a todos los efectos geniales,
juntos, por separado, rebozados o con salsa de tomate. Siempre que estoy con
ellos disfruto, de ellos, como pareja pero también de ellos como personas. A
ella la conozco desde hace casi 4 años, y desde las primeras mañanas con ella
en el metro supe que iba a encajar, con sus cosas y sus insultos de tarada
mental, “¿Qué pasa putita?” y cosas de ese rollo. A él le conocí poco después,
pero esta conexión se forjó en el crucero de fin de curso. Con la de jueves de sureña
que nos hemos pillado, las tardes de cañas sin motivo alguno, los múltiples
intensivos de estudio. Llevan casi cinco años juntos y lo mejor de todo es que
no es la típica relación coñazo, no. “Como de bonito, como tu culito”, así podría
definir esta relación usando una de sus frases. ¿Y por qué una entrada a ellos,
por qué ahora? Porque han estado de viaje, Donostia-Logroño y han hecho la última
parada en Pamplona. Ayer fue una muy grande. Comenzamos por el restaurante que
a día de hoy tiene las mejores croquetas de todo Pamplona, quizás las únicas que
he probado y continuamos por Estafeta. A base de zuritos y pinchos, risas y
buen rollo. Cómo continuó la noche es algo que no se va a contar aquí no es
lugar ni momento para relatar nuestras andanzas, solo informar a las madres
preocupadas que Chema, Elen, Mario y yo estamos perfectamente bien. Hoy he
hecho empanadillas de Arguiñano y una ensalada de canónigos, la comida, no es
por echarme flores, ha triunfado. Me ha
recargado las pilas esta visita express, necesitaba a la mitad de mi grupo de
estudio, me lo han puesto todo facilísimo, yo tenía la idea de que durmiesen en
un colchón hinchable que tengo, pero ellos que o no quieren molestar o se
quieren mucho han decidido quedarse en la habitación de invitados. Habitación
que consta de una cama individual tamaño hobbit y que a día de hoy utilizamos
un poco de trastero tendedero. Simplemente deciros otra vez que gracias, que
menos mal que no hemos visto nada de Pamplona, así os veis en la obligación de
volver a subir a vernos.
LOVE!