lunes, 16 de julio de 2012

How to live San Fermín

Siempre he sido una pringada, en San Fermín no iba a ser menos.
Viernes 6 de julio, a las 12 de la mañana salta el cohete, chupinazo, el torpedo, como quieras. Y yo me lo pierdo. Me levanto a la hora de siempre, pero, algo cambia, no me tengo que pensar que ponerme, ahí estoy yo, con pantalones blancos y camiseta blanca, fajín rojo en la cadera y pañuelo en la muñeca, me miro al espejo y se me eriza la piel.
 ¡Quien me iba a decir que yo iba a tener estas sensaciones! Increíble, salgo a la calle y la ciudad se vuelve blanca, blanca como un día de nieve que no cuaja del todo, pero mejor, mas increíble, todo el mundo se mueve, almuerzo, quedar en la plaza del ayuntamiento, todos tenemos cosas que hacer, yo por mi parte me dirijo a la oficina, tengo que trabajar. Pasa "volando" la mañana, me dedico a mirar por la ventana, es súper curioso como va la gente, de preparada, de arreglada o de bolinga a media mañana. Una y media, ¡a casa! corriendo porque tenemos visitas, ¡y que visitas! de las mejores alegrías que podía recibir, que viniese mi pareja preferida, aquí estaban otra vez, y para rematar la alegría y el gozo celebrando el cumpleaños de Mario. Preparamos unos bocadillos y salimos para lo viejo. Cuesta de La Brit. Frente cántabro al completo, nos unimos a ellos, kalimotxo para todos, guerras de a ver quien sale mas sucio y cosas típicas de estos acontecimientos, estoy, y estamos agotados, marchamos para casa a dormir un poco el pedo (si, no pasa nada mamá, he bebido, y mucho, pero todo está guay, así son los San Fermines) despertamos Elena y yo y nos vamos a hacer algo de compra, nos vamos a juntar ¡8 en casa! Comida y bebida para un regimiento, por favor. Al final, lo típico, lo fácil y lo cómodo, pasta y pizzas. Cenamos, rellenamos nuestras garrafas con combustible suficiente para seguir aguantando el tute y nos tiramos a la calle. Concierto de Macaco en los fueros, después laaaaaarga caminata por lo viejo hasta acabar de nuevo en La Brit, paramos en el paseo de Sarasate, algunos de mis foráneos, conocen a mis invitados, genial “Hay un gallego en la Luna” “Venga, venga” y de mas monsergas y frases trilladas, ya típicas de los “equipos” que formamos en Pamplona. Sufrimos dos bajas, los abuelos ya cansados marchan para casa, a mi me empieza a entrar flojera, anuncio mi marcha y a mi se une mas gente, de los ocho de villa Chemarta solo quedan en la calle dos. A la cama, mañana ya será otro día.
Amanece el sábado y yo con Lorenzo, no aguanto mas en la cama, me pongo a ordenar, a fregar, intento dormirme en el sofá pero es imposible. Elena se despierta ¿hacemos macarrones? No exagero si digo que podríamos haber dado de comer a toda Pamplona (no en San Fermines) con ese pedazo de perolo d macarrones. Salimos a tomar el vermouth, volvemos, macarrones y una siesta, larga, lo mas larga posible. De cena de nuevo macarrones, no estaban malos cuando se los comían, ¿eh? Nos reunimos los ocho ya mas o menos despiertos, mas o menos jodidos alrededor de la mesa del salón como si fuese una hoguera y estuviésemos de campamento, y…que hacemos, jugar al “yo nunca”, creo que de todos los juegos de beber que existen en el mundo es el que mas odio, me lío siempre cuando si que hay que beber y cuando no, en fin, es mas divertido no saber, ¡viva! ¡viva! Salimos a la calle, Chema causa baja esta noche, y nos encaminamos hacia Estafeta, imagina como tiene que estar la calle Estafeta el día 7 de julio a las 3 de la mañana, nos perdimos, Mario comiendo bocadillos y yo con las lentillas ya resecas, llegamos hasta Navarreria y decidimos dar la vuelta, a casa, Javi se queda y busca a las chicas, el resto a casa, a dormirla, ¡que no son horas oiga!
Amanece, esta vez el domingo empieza a las 12 y media, comienzan los turnos de duchas, Elena y Mario se tienen que ir, me inunda la tristeza, nooooooooooo, no os vayáis, quedaros conmigo. ¡Que dramática, por dios! Bajo en pijama a despedirme En dos semanas les volvía a ver, ¡de domingo a domingo! Se marcha también el frente ovetense, muchas gracias chicos, ha sido un placer, os habéis portado muy bien, volved cuando queráis. Ya solos, por fin, si, por fin, me encantan las visitas, pero es una paliza, limpia, friega, recoge. Nos vamos a la calle, los dos, quedamos con la basca foránea, bocadillo, botellín de agua y fuegos artificiales…chicos, estoy cansada, me voy a casa a dormir, para ellos la noche continuo.
Lunes de curro, puff, paliza, de las grandes, poco jaleo, a ninguno nos apetece hacer nada de tarde, queremos sentirnos atrapados por el sofá, benditas tardes libres con sus consecuentes siestas.
Martes, mas de lo mismo, pero en lugar de quedarnos en casa decidimos irnos a las Barracas, por fin, que ganas tenia, de ir a la feria, oír Camela, montarme en las atracciones y tirarme en el césped. Nos comemos una patata rellena completa (instauración del equipo patata completa), montamos en los coches de choque, (nos timan, porque está claro que Sol y yo somos medio lelas) Conduce ella la primera ronda (se nota quien tiene carnet) la siguiente yo, sin tener ni idea, parezco una camicace, entramos en un bucle de giro sobre nuestro eje y le entró tal risa que no era capaz de ayudarme. Muchas risas. Montamos en el saltamontes (violador) Irene, Sol y yo salimos mareadas, doloridas y de todo. Por mi parte casi echo la patata, completa. Me encuentro a Paulica, que graciosa, que ilusión más grande que me hizo. Nos vamos a casa, genial, ha estado genial.
Miércoles, bajón del todo al llegar a casa, siesta atrapadora, pero me tengo que desperezar, hemos quedado para ir a por las entradas de los toros, ahí, acampando en la puerta, como unos perroflautas indignándose. ¡Bien! Ya son nuestras, nos vamos a la Brit, risas, bailes, coreografías y cerveza fría. Bien, genial, salvo pequeños incidentes ahí estábamos todos. Oímos los fuegos y me entra la modorra y la pereza, Chema, ¿nos vamos a casa?
Jueves, ¡oh dios mío! ¡Que nervios, que ganas! Me encamino a Monasterio Urdax, sede y cuartel general de los foráneos. Hacemos rissoto para comer y empezamos a preparar bocadillos y bebercio. ¡No tenemos delantal! Vivimos momentos de pánico pensando en como íbamos a salir de sucios. Afortunadamente Kaiku estaba ahí y nos regalo unos maravillosos delantales con los que me forré el cuerpín entero. Destacar con diferencia la maestría de la bata del equipo Atín Freire. Increíble la corrida de toros, emocionante, siempre me pasa al cumplir una de esas cosas de mi lista. No estoy para nada a favor del sufrimiento animal, pero es algo que se que tenía que ver en directo con mis propios ojos. Espontáneos por todos los lados, haciendo amigos, que te mojan de empapan y te tiran comida, efectivamente equipo AF, triunfo absoluto de los langostinos. Bajamos al ruedo, salimos detrás de las peñas, venga charanguitas, venga risas, venga bailoteo. Hacemos una parada técnica, muchos nos agotamos en ese mismo instante, ¡a casa, todos a casa!
Viernes, Irene viene a casa, a mi casa, es la primera de mis GJWHF que viene a casa, encantada ella de venir, yo encantada de que viniese, llegó hicimos compras de indumentarias y cena, preparamos el bebercio y marchamos para el concierto de Sidonie, (Simoni para ella) guays geniales, cada vez me gustan mas los modernos y sus grupos de modernos. Equipo baqueta en acción al terminar el concierto estábamos con los ojos fijados en un objetivo LAS BAQUETAAAAS fue muy fácil, me alegro, un par de baquetas para la colección de Javi. Fotos con bigotudos, risas oh la la y todos nos creemos que hablamos francés. Prao en los Fueros, jugamos a Pumba, jugamos a las preguntas, jugamos a cosas que ni recuerdo, pero jugamos. Vamos desde los fueros, a paso de tortuga, direccion cuesta de la Brit, hacemos una parada técnica en Carlos III, sentimos la llamada del reguetón, todos, sin excepciones, Noiña con su barita, los baños, tengo flashes de la noche, Greta, Marilyn muchas risas hasta que la tripa no me pudo mas, un protector de estomago y una botella de agua fueron mi salvación, me pierdo, nos perdemos, ¿pero, y el resto? ¿Son las 6 de la mañana? Ya es sábado.Tomamos dirección Mañueta, que si, que yo quería, churros; encierro y ducha (lo que no quería era ir a trabajar) para posteriormente tiran como un zombie al trabajo, de empalmada, una empalmada en toda regla, sin siesta ni nada. Nos encontramos con el grupo, churros en mano, que maravilla de churros dios mío. Y nos dirigimos a la plaza, a ver el último encierro llegar, estoy hecha polvo, y el cansancio crecía cuando veía lo que se me venia encima: 4 horas de sueño, sufrimiento y agonía. Llego a casa, sándwich de queso tiendo la colada de ropa sanferminera y me voy a dormir, lo necesito, bajo la persiana hasta abajo.  Aguanto durmiendo solo cuatro horitas de nada, me despierto, necesito asentar el estómago y me tomo un vasito de arroz, espero que me siente bien. Marchamos para el centro, Pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín. Cierre de fiestas para todos, terminaron bien, muy bien, mejor de lo que cabía esperar, superando todo tipo de expectativas posibles en todos los sentidos, desde el día 6 hasta el 14, si me apuras 15 por la tarde, contando el Equipo Piscina y el gran domingo que pasamos. Sin duda una experiencia totalmente recomendable. Y puede que si, que ya no conciba un veranos sin San Fermines.


LOVE!

1 comentario:

  1. ¡viva San Fermín¡ asi se viven unas fiestas nunca vistas y disfrutadas a tope como hay que hacer, sin dormir, empalmar un día con otro, estómago subido, ¡¡¡¡¡ay qué malita estoy¡¡¡¡ pero que bien me lo he pasado, esto se pasa, a descansar y a por otro día, noche, madrugada y todo lo que caiga, que envidia más sana, tener los 22 casiiiii y pasarlo de p...... madre, ¡¡¡¡me alegro por tí y por todos los acompañantes¡¡¡¡¡ y quién sabe a lo mejor otro año te animas y ......,

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